Encontramos a la Emperatriz en un
trigal, que simboliza la fertilidad, sentada sobre un blando y cómodo trono en
el que predomina el color naranja, atribuido al sol, y el rojo, que viene a ser la acción, la
pasión, la vida, los deseos y las
realizaciones.
Su vestido está estampado con granadas, cada una de ellas
reposa sobre una luna creciente, que descansa a su vez en la cruz de brazos
iguales. En conjunto, cada figura del estampado compone el símbolo de Venus.
Venus representa la esencia femenina y el amor romántico. Ya vimos el
simbolismo de la granada, la luna creciente y la cruz de brazos iguales en La
Sacerdotisa; os recuerdo que la granada la veíamos como expresión de la Ley
Hermética de causa-efecto; aquí, por el simbolismo en su conjunto, se debe
resaltar en su aspecto de germinación de lo nuevo. La misma idea nos ofrece la
luna en cuarto creciente: germinación y crecimiento. Mientras que la cruz de
brazos iguales, como ya vimos, es la Sefirath del árbol de la vida llamado
Tiphareth cuyo significado es belleza, y esta belleza se produce con la
combinación equilibrada y armónica de energías complementarias.
En toda la carta es recurrente la idea de
la unión de fuerzas complementarias:
- El escudo que se apoya en el trono de la
Emperatriz tiene forma de corazón y lleva dibujado nuevamente el símbolo de Venus.
- La cascada del fondo (masculina), cae sobre un
pozo o pequeño lago (femenino).
- Los árboles son femeninos (redondeados) y
masculinos (altos y afilados).
- El cetro de forma fálica está rematado por una
esfera.
La Emperatriz está coronada por una corona de doce
estrellas, las estrellas son nuestros deseos y sueños y el número doce son los
doce signos zodiacales: todo lo que somos capaces de desear, está en
sintonía con aquello que nos ha determinado al nacer.
Vemos que lleva un collar de siete perlas siendo doble una
de ellas. Son la actividad de los siete planetas siendo Mercurio dual. Otra vez
encontramos al igual que en la corona, cierta idea de destino.
Su frente se adorna con una rama de mirto porque es el
arquetipo de las diosas madres.
Es en su conjunto un personaje seductor, sensual y
amoroso.
Ver:
Ver:
Bibliografía: “Manual Práctico del Tarot” J.A. Portela –
“Los 78 Grados De Sabiduría Del Tarot I” y “Los 78 Grados De Sabiduría Del
Tarot II” Rachel Pollack – “Aprenda A Consultar El Tarot” y “El Gran Libro del
Tarot” Banzhaf Hajo – “Tarot, El Arte de Adivinar” Enrique Eskenazi – “El Gran
Libro del Tarot” Emilio Salas.
2 comentarios:
Hola, antes de nada decirte que me encanta el diseño de tu blog. Estoy a ver si me pongo en serio a aprender un poco el tarot. Pregunta ¿es necesario aprenderse la simbología?. Se me hace un poco pesado, la verdad. Gracias
Hola amig@, gracias por decirme que te gusta el diseño. Espero que este espacio te ayude con tu tarea, a ver si voy poniendo bibliografía de referencia, obras que considero verdaderas joyas. En cuanto a si es necesario aprenderse la simbología, te diré que no. Ahora bién, SI considero necesaria leerla y asimilarla, porque a partir de ella tu intuición se va a desarrollar. Un saludo.
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